Desde un punto de vista evolutivo la quimiorrecepción es uno
de los sentidos más antiguos. Los animales primitivos sin sistema nervioso
organizado utilizan la quimiorrecepción para localizar el alimento y para
aparearse. La necesaria intercomunicación
entre los diversos niveles de organización biológica se basa primordialmente en
la capacidad de detección de determinadas sustancias químicas y en las
reacciones derivadas.
En el curso de
Fisiología Animal se abordan cada uno de los quimiorreceptones, a través de
laminas elaboradas por los estudiantes.
EL GUSTO
Es el sentido que nos permite saborear las cosas. Se
experimenta la sensación del gusto por medio de la lengua.
La lengua es un órgano muscular, movible, que además de
experimentar la sensación del gusto sirve para otras funciones como el habla,
el masticamiento y el tragar de los alimentos. Esta contiene un conjunto de
células especializadas, llamadas yemas gustativas, que son, los órganos
especiales del gusto. Además de éstas, la lengua también tiene otro tipo de
células que producen saliva, que es necesaria para tragar los alimentos.
¿CÓMO PERCIBIMOS LOS SABORES?
En primer lugar, para que la lengua sea sensible a algún
objeto es necesario que éste se encuentre húmedo. Si no lo está, entonces se
humedecerá con ayuda de la saliva que secreta la misma lengua. Esta es otra
función que tiene la saliva.
El objeto ya húmedo se deposita en la lengua y sus moléculas
entran en contacto con los microvili, es decir, los extremos de las fibras de
las yemas gustativas. De manera análoga a lo que ocurre en el olfato, se lleva
a cabo una reacción química que provoca que se desencadene una respuesta de la
célula que nos da la sensación del gusto del objeto en cuestión.
La lengua humana no es sensible de manera uniforme a lo largo
de su superficie. Así, la parte media no es sensible al gusto como lo son otras
partes. La punta de la lengua es
sensible principalmente a lo dulce. A los lados y en la parte anterior de la
lengua se encuentra la sensibilidad a lo salado. La lengua es principalmente
sensible a los sabores agrios a los lados, pero en la parte posterior.
Finalmente, la parte posterior central de la lengua es sensible principalmente
a los sabores amargos.
Lamina realizada por estudiantes del curso de FISIOLOGÍA ANIMAL , GRUPO A
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